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En 2004, me topé con mi primera clase de yoga como curso de movimiento obligatorio en mi plan de estudios universitario.

Jeanne Heileman , nuestra instructora, nos animó a entregarnos al momento presente. Mientras experimentaba la intensidad de las reacciones de mi cuerpo, permanecí en silencio, me volví a concentrar en mi respiración y dejé que mis pensamientos, miedos y emociones fueran y vinieran. Después de la oleada de cerebración, experimenté lo que describo como una sensación de paz que lo abarcaba todo.

Los momentos que paso en el tatami han ampliado mi percepción y han cambiado mi forma de vivir, amar y trabajar. Mi práctica es un regalo de sanación y autoindagación. Enseño lo que me esfuerzo por cultivar para mí misma.

Espero que tú también experimentes la alegría y la felicidad que una práctica regular puede traer a tu vida.

© 2023 por Integrity Yoga.

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